viernes, 12 de octubre de 2007

Mensaje de Zenda

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¡Hola a todos!

La palabra clave en este mensaje va a ser ESPONTANEIDAD: permitirnos Ser quien somos, libremente sin miedos, fluyendo con el Momento espontánea y alegremente. Fluir relajadamente en armonía con cada instante es un lindo arte. Para facilitarlo sugiero reflexionar en la siguiente Verdad:

Yo Estoy Siempre en el lugar oportuno, en el momento oportuno y haciendo lo que es oportuno.

Es muy importante reconocer esta gran Verdad en nuestro interior, sentirla en cada célula de nuestro Ser. Puesto que la Vida es Armonía y cada uno de nosotros somos Uno con esta Armonía, siempre estamos en armonía, siempre estamos en el momento ideal, en el lugar ideal y haciendo –pensando, sintiendo, vibrando- aquello que es ideal en cada situación determinada. Hagamos lo que hagamos, pensemos lo que pensemos y sintamos lo que sintamos, donde sea y cuando sea, seguimos en Armonía con la Vida, que nos ama incondicionalmente suceda lo que suceda.

Es hermoso sentir esto, saberlo y vivirlo; proporciona una calma y una templanza extraordinarias. Somos divinos y todo cuanto nos sucede es divino. ¡Hasta los mismísimos huesos somos divinos! Y dado que hagamos lo que hagamos somos divinos, y que la Vida nos ama infinita e incondicionalmente, podemos relajarnos y dejarnos fluir con aquello que surja, sin miedo alguno, sin conflictos de “bien contra mal”, puesto que vivimos en la ola mágica, en el fluir que todo lo santifica momento a momento. En este fluir de Armonía todo lo que sucede es para nuestro bien y el del Cosmos. No nos falta nada: la Abundancia nos rodea y nos nutre por todas partes. La Vida atrae hacia nosotros constantemente aquellas vivencias que nos vayan a resultar estimulantes. Y esto sucede sin ningún esfuerzo por nuestra parte: es algo espontáneo, es el Fluir de la Armonía.

Nunca nos falta nada porque la Vida nos cuida y protege, cubriendo nuestras necesidades antes incluso de que aparezcan. La Abundancia que nos rodea semeja al aire, que está disponible para nosotros para respirarlo cada vez que sintamos que es la ocasión. El aire que está disponible para cada entidad desde antes incluso de haber emergido del vientre de la madre. En verdad la Vida se anticipa a nuestras necesidades, cubriéndolas de antemano con su infinita Sabiduría. No nos falta nada, y sólo aparenta ser así cuando tomamos por reales ciertos juegos, malinterpretando la realidad, mirando la parte vacía de la botella en vez de la parte llena: quejándonos de lo que no vemos en lugar de agradecer lo que ya tenemos y lo que presentimos en nuestro corazón.

Las cosas son tremendamente fáciles cuando nos lo permitimos. Simplemente fluimos según nos inspira la Vida en cada momento, instante tras instante, sabiendo que no hay pecados ni maldades para la consciencia que se sabe Unida a la Vida, al Único Poder en Acción en todo el Cosmos. Yo Soy un Ser Extraordinario, y esto es lo que descubrimos todos cuando miramos profundamente hacia nuestro interior. Descubrimos el Yo Soy Espléndido, Maravilloso, Genial e Inmortal.

En verdad somos maravillosos. Me gusta decir que somos Fueras de Serie, puesto que la Naturaleza no fabrica nada en serie. La Naturaleza es muy creativa y original, hay similitudes pero nada se repite exactamente: no hay una sola entidad exactamente igual a otra, pero todos Somos Uno, la Única Entidad expresándose con mil caras diferentes.

Relajaos y saboread cada Momento, tal como surja. Cada Momento es oro puro, es una Puerta abierta al Paraíso. El Cielo es este mismo instante. Y somos libres de fluir en él, de relajarnos y disfrutar espontáneamente lo que somos, sin traba alguna. Al permitirnos esta Libertad tan espontánea, es cuando fluye y refluye una agradable felicidad, ¡sentimos la armonía por todo nuestro alrededor!

Somos únicos. Cada consciencia expresa la Radiación Divina de una manera completamente única, con sus propias dosis de Luz, con su propio estilo y sabor. Somos tan valiosos que la Vida no puede prescindir ni de uno solo de nosotros, ¡por eso nos hizo Radiaciones inmortales! Y juntos, unidos como estamos, somos el Uno, la Vida, el Cosmos.

¡Es maravilloso ser lo que somos! Así que vivamos este momento… es perfecto en sí mismo, contiene todo lo requerido para llegar al siguiente momento. Y así será permanentemente: nunca nos faltarán recursos para fluir de un momento al siguiente. Todos los momentos están conectados a un Momento eterno, permanente; y cuando captamos este Momento, hemos sintonizado con la eternidad. Cuando vislumbramos el Momento, es muy sensato y tonificador saborearlo hasta la misma médula. Saborear por completo cada momento es el pasaporte para la Libertad atemporal.

Somos maravillosos, únicos, divinos… ¡digámoslo en voz alta, al menos para nosotros mismos!: ¡Somos divinos, somos dioses! Sed “arrogantes”, divinamente “arrogantes”, apreciad lo valiosos que sois, valoraos, sentid lo que valéis. Cada uno de vosotros es un ser auténticamente excepcional. Lo sé bien, porque la Vida sólo se expresa a través de seres excepcionales, únicos, mágicos, cada uno con su propia Radiación única y especial.

Sois divinos y sois eternos. Disfrutad lo que sois. Disfrutad cada momento, que viene bendecido por la Vida. Agradeced los regalos que la Vida os acerca, y cuando no comprendáis alguno, pedidle que os revele el significado oculto, el beneficio que viene de eso que os haya sorprendido. La Vida os revelará lo que queráis saber, si se lo pedís.

Y ante todo vivid, saboread cada instante y jugad con la Vida como lo que es: un Juego maravilloso, creado por el Yo Soy desde su profunda Sabiduría.

Descubrid lo que sois y disfrutad cada instante.

Un Abrazo a todos,


YO SOY