jueves, 11 de octubre de 2007

Azritrinurha: Mensaje de una Consciencia originaria de otro universo

El señor Azritrinurha es una Consciencia proveniente de otro universo. Al parecer existen contactos entre diferentes universos: hay seres muy evolucionados de nuestro universo interaccionando con otros universos, y viceversa. Según Saint Germain, Azritrinurha está estimulando de diversas maneras a las consciencias en varias de las galaxias de nuestro universo. Nuestra galaxia es una de las más favorecidas por su energía (otras galaxias no precisan tanto de su energía y disponen de otras conexiones interesantes para ellas).

Podemos imaginarle como un anciano vigoroso y saludable, de frondosa barba blanca y cabello igualmente blanco, con algunos pelos dorados que adornan tanto su barba como su cabello. Es una entidad que irradia una gran fortaleza, confianza y una enorme sabiduría.

Azritrinurha: Saludos Hermanos. Ahora que TOOODOS (lo dice muy enfáticamente) nuestros problemas están resueltos, vamos a disfrutar relajadamente de esta reunión entre Amigos, una conversación por el mero placer de compartir unos con otros nuestras energías, por Amor. ¡Porque nos viene bien crear este Momento así!

El asunto del que me propongo hablar es algo muy simple, es solamente esto: Todo es perfecto en todas partes, ahora mismo, en este mismo instante, desde siempre y para siempre. Esta Verdad es válida ahora mismo y siempre para todos los universos y todas las consciencias que habitan en ellos.

La Vida es Unidad Armónica. Todo está conectado y armonizado con el resto del Cosmos, de manera que no hay nada “malo” ni “imprevisible” que pueda suceder: es la Vida la Única que está siempre accionando, al mando de todo. Toda la Fuerza del Cosmos, toda la Energía, toda la Sabiduría y toda la Voluntad provienen de la Unidad. No hay problemas, no hay batallas, no hay conflictos, es la Unidad la que lo acciona todo con Amor y Sabiduría, lo cual puede comprenderse desde un nivel elevado de consciencia.

Pero a los humanos generalmente la Verdad anterior les entra por un oído y les sale por el otro: el humano medio se zambuye en la separación y pierde de vista el Significado del Amor, de la Unidad, de la Armonía de la Vida. Os resulta muy difícil aceptar que la Vida sea tan amorosa con vosotros que no haya problema alguno que resolver (en el sentido de problemas fuera de control). Os resulta difícil aceptar que la Unidad implica que realmente estáis Unidos a la Vida divina, que la Vida es vosotros mismos, y que nada hay en vosotros ni en vuestras vivencias que pueda ser llamado verdaderamente “imperfecto”.

Lo que hace el humano medio es inconscientemente “separarse” en su imaginación de la Vida, y al creerse separados surgen de repente todos los problemas, ¡y parecen difíciles de resolver! Daos cuenta que no hay que resolver nada: todo está ya resuelto a favor de la Vida, en armonía con cada uno de vosotros que sois Unidad con la Vida.

Pero, mientras el humano se cree separado de la Vida, busca resolver problemas que no existen, busca alcanzar diversas metas adecuadas a su exacto nivel de consciencia. A menudo buscan la Riqueza, la Paz, la Salud, la Libertad, la Iluminación, la Ascensión, etc, etc, etc. Incluso hacen un problema de algo tan simple y relajado como la Ascensión. Hacen un problema de ello al preguntarse: “¿Cómo conseguirla, cómo lograrla lo antes posible?”.

Ciertamente todo eso que buscan los humanos está muy bien, no hay nada malo en esas cosas; es natural desear sentirse bien. De lo que no se dan cuenta los humanos, es que todo es ya perfecto, no hay tensión alguna puesto que estamos permanentemente seguros en brazos de la Vida.

No os voy a enseñar técnica alguna para que logréis la Ascensión, pero os voy a sugerir que salgáis de vuestro autoengaño: estáis buscando alcanzar algo que ya es vuestro desde siempre. Y buscáis alcanzarlo porque habéis imaginado estar separados de la Armonía de la Vida, ¡pero sois Unidad con el Todo!

No necesitáis técnicas para alcanzar la Ascensión porque ya Sois Maestros Ascendidos. Os minusvaloráis tremendamente cuando pensáis que no es así. Es como creer que uno está enfermo cuando no lo está, una forma de hipocondría. Y, como a los hipocondríacos, la Vida os ofrece también “placebos”, “remedios”. Si estáis empeñados en que no sois perfectos, se os ofrecen múltiples caminos hacia la perfección, para iros sacando de esa autosugestión. Pero llega el momento cuando “maduráis” y os dais cuenta que existe un camino más corto, el más corto de todos los caminos, que es darse cuenta que no hay camino, sino que uno estaba desde siempre en la meta. Y es de esto de lo que os vais a dar cuenta un día u otro, pues es la Verdad: sois perfectos Ahora, lo sois desde siempre y para siempre. ¡Sois perfectos en todos los niveles de consciencia!

Vosotros me preguntáis: “si somos perfectos, ¿por qué existen las guerras, por qué enfermamos, por qué nos enfadamos, por qué morimos, por qué, por qué, por qué?

Pero todo lo que hacéis es malinterpretarlo todo en función de esa fantasía con la que os habéis sugestionado: lo juzgáis todo desde el punto de vista de estar “separados” de la Vida. Es un juego, es vuestro juego, así que incluso esto está bien.

No existen las guerras, no existen las enfermedades, tampoco la muerte… Son interpretaciones vuestras, acordes con vuestra visión separada de la Unidad y del Amor de la Vida. ¡Actuáis tanto tiempo en función de eso! Por ejemplo, os enfadáis por trivialidades (es un juego, está bien, adelante con esos enfados), pero a veces luego interpretáis que estuvo mal haberse enfadado y eso os hace sentir mal. En la Armonía de la Vida todo tiene su sitio y su por qué: todo tiene una panorámica diferente desde un ángulo superior. Si una persona se enfada, eso fluye, es energía, no hay nada malo en ello y eso no afecta a que esa persona, como parte de la Vida, sea perfección. Si aceptarais todo lo que os sucede, desde los acontecimientos a los enfados, como algo natural, ni bueno ni malo, como un fluir entre otros fluires de la Vida, no crearíais tanta tensión.

Las guerras… eso que llamáis guerras… cada uno tenéis vuestra interpretación… lo que vemos desde perspectivas elevadas es que jugais a juegos, algunos aparentemente “violentos”, pero nosotros vemos que nadie muere realmente, son sólo juegos. No sois malos por jugar a guerras, o por sintonizar con mundos donde existe la guerra, son sólo juegos. Del mismo modo que un humano jugando a un juego electrónico de guerra no es malo sino que las muertes en el aparato son irreales y se trata de un simple juego, tampoco vosotros sois malos por vivir en mundos de enfados, guerras, peleas… ¡son sólo juegos!, nadie muere ni resulta dañado permanentemente. Cuando acaba el juego todos estáis sanos y salvos, como cuando acaba una obra de teatro: los actores no han sufrido realmente los incidentes de las escenas que “vivieron”. Pero los humanos a veces se implican tanto en el juego que pierden toda perspectiva de la realidad, y al creerse separados de la Vida, juzgan esos juegos como realidades permanentes, juzgan esas “muertes” y guerras como sucesos reales y definitivos. Pues bien, incluso esto está bien, forma parte de la Armonía de la Vida creer las cosas así, porque forma parte de la Armonía de la Vida que quienes lo deseen sigan jugando: el juego aún no lo han terminado y seguirán jugándolo mientras desde la profundidad de sus almas, sientan el empuje o disfrute de seguir experimentando esas sensaciones tan extrañas. ¡Verdaderamente imaginarse separado del Amor resulta muy extraño, es un juego que a muchos os ha resultado interesante durante eones de tiempo! Bien, la ventaja que tenéis los que os espabiláis es que empezáis a intuir que esto es así, un juego inofensivo, y saber esto produce una distensión en vuestras energías. En todo momento sois libres y estáis a salvo, ¡podéis dejar de jugar en este mismo instante si lo elegís así! ¿De verdad eso queréis? Escuchad las profundidades de vuestra alma. ¡Quizás amáis este Juego! Quizás finalmente no lo abandonéis del todo, sino que lo transformaréis. Vosotros sois los creadores del juego y de sus reglas, ¡podéis cambiarlo todo a vuestro gusto y elección! ¡En cada instante!

Sólo os digo que la Vida es Perfecta, ¡Siempre! ¡Ahora! Sois perfectos y vuestras vidas son perfectas en este mismo instante. Sois seres Ascendidos, no tenéis más que aceptar la Verdad si así lo deseáis. Pero si creéis que necesitáis “tiempo” para lograr el estado Ascendido, si creéis que necesitáis ayudas y técnicas, esos placebos os seguirán llegando con amorosa armonía. Simplemente recordaros que las gafas que buscáis las lleváis puestas: ¡no necesitáis realmente “técnicas” de búsqueda para encontrar las gafas!, sino solamente es darse cuenta que ¡ya las lleváis puestas! ¡Sois Maestros Ascendidos de Sabiduría! ¡En verdad sois mis Hermanos Divinos, tan poderosos y sabios como Yo lo Soy!

Puede que aceptéis esta Verdad y repentinamente veáis “transformarse” el mundo que os rodea: lo que se transforma es vuestro punto de vista. Puede que cualquier día de estos os enfadéis con alguien y penséis: “¡Oh, no puedo ser un Ascendido si me he enfadado tan tontamente!”. ¡Pero qué decís! Decid más bien que vuestro enfado es Divino, es la prueba de que también los Maestros Ascendidos pueden enfadarse en los juegos, si eso forma parte de la armonía de la Vida. Así pues, os digo: si fluyen enfados, eso está bien, ¡simplemente fluyen divinamente como vosotros! Si fluyen guerras, peleas, ¡está bien, es un juego! Si fluyen enfermedades, recordad que las enfermedades son solamente puntos de vista. Los humanos tienden a juzgarlo todo, a interpretarlo de una manera tendenciosa: “me duele esto, esto es malo, me voy a morir, me van a cortar la pierna”… ¡Son sólo acontecimientos de juegos! Y además interpretados desde un punto de vista conflictivo –esto es fruto del juego de creerse separados-, juzgando las cosas caprichosamente. Incluso en los sucesos más sencillos: oléis algo y en seguida lo juzgáis como “agradable” o “desagradable”, si bien los olores son solamente energía y a menudo un mismo olor, presentado en contextos diferentes, os parece agradable o desagadable según el caso. Esto muestra la arbitrariedad de vuestros sentidos cuando son guiados por vuestros condicionamientos. De ahí la sugerencia tan valiosa de “no juzgar”, la cual sólo puede seguirse cabalmente cuando uno se da cuenta de la Unidad de la Vida, ya que toda dualidad favorece la aparición de ese tipo de prejuicios, nacidos de la fantasía de la separación.

En la Unidad, sabed que sois perfectos, hagáis lo que hagáis, penséis lo que penséis, ¡incluso si pensáis que no lo sois! ¡Todo es perfecto, siempre! Esto no supone fatalismo alguno, no vale interpretar que si todo es perfecto entonces no hay nada que hacer, porque ya es perfecto. Lo explico con un ejemplo: vamos por la calle y vemos que un monstruo gigante está atacando a un niño, ¿diremos que el mundo es perfecto y que por lo tanto no hay que ayudar al niño? ¡Falsa interpretación! El mundo es perfecto porque la Armonía de la Vida te ha puesto ahí: puedes intervenir o no intervenir. Y muy posiblemente la Armonía te “empujará” a ayudar al niño, ¡lo cual es perfecto! ¡O quizás no, y hagas lo que hagas estará bien, son juegos! Pero esos juegos te incluyen a ti, nos incluyen a todos, y que el mundo sea perfecto no significa que sólo debamos dormir eternamente: ¡nuestras acciones, sean cuales sean, son perfectamente armoniosas con la Vida! Es perfecto que haya “contaminación”, y es perfecto que haya quienes la “combatan”. Lo que fluye, está bien tal como es.

Mi misión no es salvaros, pues estáis salvados. Tampoco es ayudaros a Ascender, pues ya sois Seres Ascendidos. Ciertamente, en las altas perspectivas, nadie ayuda a nadie porque nadie está necesitado: todos somos Soberanos. De modo que nuestras reuniones son por mero placer, por el disfrute de interactuar entre Amigos y seguir así el fluir amoroso de la Vida. ¡Nos hemos reunido Hoy por pura Armonía! Y ha sido oportuno así.

No necesitáis nada, lindos Hermanos. Sois perfectos, sois la Vida. Es vitalizador compartir tiempo y energía con Maestros Ascendidos como vosotros. Ha sido un placer inmenso y estoy entusiasmado, alegre como siempre que me encuentro con vosotros –sea en unos niveles energéticos o en otros.

De Ascendido a Ascendido, os acaricio con un leve beso divino en cada uno de vuestros corazones.